Receta de Cheesecake o tarta de queso al más puro estilo Nueva York
La tarta de queso, la famosa tarta de queso, tiene su origen en la vieja Grecia. Obviamente, con el tiempo (¡miles y miles de años!), La tarta de queso ha sufrido modificaciones, cuyo resultado es esa increíble crema rematada con mermeladas de fresa o bien frutos colorados. La tarta de queso original fue considerada en Grecia una poderosa fuente de energía, y fue el comestible de los atletas a lo largo de los primeros Olimpiadas, en setecientos setenta y seis aC. El queso se desmenuzaba y se calentaba en una olla de cobre con harina y miel, se dejaba enfriar y se consumía.
Los romanos, cuando conquistaron Grecia, asimismo conquistaron la receta de la tarta de queso, incluyeron huevo y lo enhornaron entre ladrillos calientes, sirviendo este manjar a veces muy singulares. Atravesó los siglos medievales y por último llegó a Norteamérica a lo largo del siglo XVIII, de la mano de los primeros pobladores europeos, mas la integración del queso crema, tal y como lo conocemos el día de hoy, se debió a un quesero de la ciudad de Nueva York, que procura reproducir una pluralidad de quesos franceses.
Por tanto, podríamos decir que el queso crema fue una casualidad, una de esas maravillas que suceden por casualidad, y dieron sitio a la famosa forma de hacer tarta de queso: el estilo neoyorkino. Hay incontables cafés y restaurants en esta urbe que lo hacen, y de ahí que hoy presentamos esta tarta de queso al puro estilo neoyorquino.
Ingredientes:
Cómo preparar una tarta de queso:
- Precalentar el Horno a 200 ° C.
- Aplastar las galletas y también agregar la mantequilla fundida, entremezclar bien.
- Forrar un molde con la masa y hornear diez minutos.
- En el vaso de la licuadora llevar el queso crema a temperatura ambiente. Agrega el harina y sal y batir con la paleta plana hasta conseguir una textura cremosa.
- Incorporar el azúcar, crema fresca y vainilla.
- Batir tres minutos a velocidad media y agrega los huevos uno por uno.
- Vierta la mezcla en el molde, bajar la temperatura a ciento cincuenta ° y enhornar a lo largo de setenta minutos.
- Apaga el horno abre tenuemente la puerta y deja enfriar el bizcocho por una hora.
- Una vez frío, ir a la nevera y dejar un mínimo de seis horas o bien toda la noche.
Acompaña esta exquisita tarta de queso neoyorkina con crema batida, una porción de mermelada de fresa y rodajas de fresa, y goza.