Receta de bizcocho de nata y frutas del bosque
Este bizcocho de crema y frutos colorados cautivará a familiares y también convidados con el primer mordisco.
En estos días de comidas y festivos, nada mejor que dedicar tiempo a enhornar. Este pastel de crema y bayas cautivará a la familia y los convidados al primer mordisco. El postre es el factor más esencial de cualquier menú, podemos preparar un almuerzo o bien cena con piscolabis fríos, ostras o bien una tabla de quesos con jamón ibérico. Tras un buen atracón con productos nacionales vamos a echar de menos el colofón, un buen bizcocho. Esto es lo que recordaremos de la cena, los sabores dulces continúan en nuestra memoria por más tiempo. Además de esto, hay personas que aguardan con ansias la llegada de este elemento. Si deseas asombrar y lucir bien, toma nota de este bizcocho con crema y frutos colorados, el resultado es pastelería.
Ingredientes:
Para el almíbar:
- 50 gramos de azúcar
- ½ vaso de ron
- 1 limón
- ½ rama de canela
- Agua
Cómo preparar un pastel con crema y frutos rojos
- Este bizcocho con crema y frutos rojos Es más fácil de lo que semeja, tiene una masa esponjosa y suave que aportará la textura a un postre cargado de buenas sensaciones.
- La parte más difícil del pastel es buscar todos y cada uno de los ingredientes precisamos, los propios de un bizcocho salvo la nata que le va a dar la cremosidad precisa para resaltar.
- Lo que va a tardar más en estar listo va a ser el almíbar, el factor que va a dar cierta gracia a una base de bizcocho de crema usual. Un buen almíbar como este tiene una base aromatizada con limón, canela y ron que tarda un tanto en licuarse.
- Ponemos todos y cada uno de los ingredientes del almíbar, salvo el ron en una cacerola. Este ingrediente va a ser el que le dé la gracia final, lo reservaremos por el momento.
- Esperamos a que hierva la mezcla. Dejamos hervir unos tres minutos, pasado este tiempo, agregamos el papel.
- A fuego lento el alcohol se va a ir reduciendo con el resto de ingredientes que van a ir adquiriendo una textura poco a poco más intensa. Retirar del fuego cuando el almíbar esté listo.
- Dejaremos que se enfríe ya antes de colarlo y deja lista esta parte tan esencial de la receta. Con el almíbar listo preparamos los moldes de bizcocho y el horno.
- Encendemos el horno lo ponemos a 180º y aguardamos a que se caliente. Mientras que extendemos 2 moldes, si deseamos hacer un bizcocho relleno de nata, del mismo tamaño.
- También podemos utilizar solo uno y cortarlo por la mitad, si bien es ya más difícil hacerlo perfecto la primera vez.
- Nos ponemos manos a la obra con el bizcocho, uno de los más fáciles del planeta, una suerte de suave genovés que le va a dar a este postre la textura precisa.
- Batimos los huevos con unos doscientos gramos de azúcar, así se va a crear una suerte de crema lista para la acción.
- Agregamos la leche poquito a poco a esta crema hasta el momento en que tenga una textura suave que va a ser la que le dé gracia al bizcocho. No vamos a poner diastasa, mas además de esto, merced a no dejar de remover con las varillas lograremos un resultado muy esponjoso.
- Es hora de la harina, lo agregamos tamizado, lo podemos hacer de manera directa, ponemos el colador sobre la mezcla y lo incorporamos removiendo.
- La harina puede ser integral, es una forma perfecta de añadir un tanto más de fibra a cualquier postre.
- Con la fácil y exquisita base lista, vertimos la masa en el molde o bien moldes, conforme el género de bizcocho que deseemos hacer.
- Hornea a 170º a lo largo de unos treinta minutos. Así conseguiremos una tarta de hojaldre lista. Verificamos que esté listo y lo sacamos del horno.
- Esperamos hasta el momento en que esté frío para seguir con la receta. Así sea una sola galleta cortada por la mitad o bien múltiples.
- Pinchamos con un tenedor hasta el momento en que el almíbar quede bien empapado en la base de las tartas, así lograremos una textura más suave y dulce.
- La base va a estar lista para percibir el relleno de crema que vamos a hacer ahora. El secreto de una nata montada consistente es que está friísima, ponemos la nata y el bol en la nevera a fin de que esté fría y se monte más sencillamente.
- Incorporamos el azúcar para que tengamos una nata montada perfecta con la que rellenaremos la tarta.
- Cubrir con un tanto más de nata y decorar con las bayas, podemos usar unas fresas, le van a dar color y sabor a este postre.
- Servimos muy frescos de la nevera. para llegar a gozar de uno de los postres más exquisitos que existen. Un bizcocho de nata y frutos colorados triunfará en cualquier cena o bien comida familiar.