Receta de Bombones de bizcocho crujientes
Independientemente de los ingredientes que incorpores, estos bizcochos crujientes nunca fallan. Son una tentación para todos.
Estos crujientes bizcochos son especiales para ese dulce momento, después del almuerzo o la cena, o para acompañar un café humeante. Sanos y nutritivos, proporcionan una buena dosis de energía que revitaliza a los más cansados. A los niños les encantará colaborar en la preparación, especialmente en el montaje de las bolas. La creatividad, el ingenio y los gustos personales agregarán un toque especial a la receta básica a continuación.
La historia de estos chocolates nos dice que fue El resultado del reciclaje de los restos de torta que quedan y que deben ser utilizados. Un pedazo de pastel que nadie come, un puñado de nueces, algunos restos de chocolate en polvo … La verdad es que son un delicioso bocado.
Ingredientes:
Cómo hacer estos bizcochos crujientes:
- El primer paso es desmenuzar el pastel para transformarlo en migajas. Se puede hacer manualmente o en un procesador.
- Agregue el chocolate en polvo y mezcle.
- Se incorporan nueces picadas.
- Para esta receta es conveniente que el dulce de leche sea suave. Por lo tanto, se toma en un baño de agua. Se agrega mantequilla para que, en el calor, ambos ingredientes se mezclen.
- Ahora es el momento de combinar los ingredientes secos con el dulce de leche y la mantequilla. Trabajar la mezcla con una espátula. Se formará una masa pegajosa. En caso de que no se arme por falta de líquido, agregue una o dos cucharadas de leche.
- Mantenga la preparación en el refrigerador por una hora.
Armado con bombones
- Muela los copos de maíz o arroz inflados, que se utilizarán para la cobertura.
- Saca la masa del refrigerador. Tomar por cucharaditas.
- Forme las bolas en el tamaño deseado.
- Cubre con hojuelas crujientes o arroz.
- Se pueden colocar en cápsulas de papel o simplemente en una bandeja.
- Mantener en la nevera hasta la hora de servir.
Puedes variar esta receta según tus gustos. Puede usar grageas de colores o chispas de chocolate, que a los niños les encantan. En lugar de crujientes hojuelas de maíz o arroz inflado, puedes cubrirlos con nueces molidas o simplemente sumergir los chocolates en chocolate negro o blanco.