Las 5 mejores recetas de rosquillas caseras de la abuela
Estas recetas de donas caseras con sabor a recetario de la abuela nos van a ayudar a descubrir un tanto más sobre este dulce tradicional.
Estas recetas de donas caseras con el sabor del recetario de la abuela, nos van a ayudar a descubrir un tanto más este dulce tradicional del que nos hemos enamorado. Esas meriendas o bien desayunos festivos de hace unos años se transformarán en el instante de reflexión o bien alegría del día. Con café o bien té en la terraza, estas recetas veloces pueden ser la mejor forma de atestar tus tardes. Volviendo al comienzo, dejarse cautivar por un postre pasmante es la disculpa para preparar una de estas recetas de rosquillas caseras de la abuela.
Las mejores recetas de donas caseras de la abuela
Las donas caseras de anís son de esta manera de dulces que hemos gozado hasta que ya no pudimos. Elaborado por las abuelas de medio país y con esa textura que precisamos ya. Frito y rebozado más tarde con azúcar, es un postre con muchas calorías, mas más saludable que los que se venden procesados. Podemos cocinarlo para rememorar los viejos tiempos y gozarlo en familia.
Estas donas de limón son una evolución del tradicional. Se les añade limón rallado para darle sabor en vez de anís, no quedan mal, a la inversa, recuerdan la tradición más genuina. Una fusión entre la tarta de limón que comimos en la casa de la abuela y el dulce frito que nos obsequiaban a veces singulares para desayunar, una genuina exquisitez.
Las rosquillas de anís y almendras prosiguen la evolución natural del paso del tiempo. Este dulce se comía a lo largo de la época de la almendra, por lo general al final, cuando ya nos despedimos de una temporada de mucho esmero. La almendra es un genial complemento del anís, son como vicios juntos, destacan todavía más la dulzura de una receta tradicional que impresiona.
Las rosquillas horneadas son una alternativa más saludable. Si no deseamos cocinar nada frito, el horno puede darnos más de una alegría. Para prepararlas es esencial que tengamos un buen molde, de esta forma vamos a tener las rosquillas perfectas, esas que valen la pena hacerse una fotografía y se van a sacar una lágrima recordando su genuino sabor.
Las rosquillas de flan son una opción alternativa a la tradición, un tradicional de los ochenta-noventa. En aquellos días en que llegaban los sobres de flan a la mayor parte de casas, nos trasladará de manera directa a esa temporada de la historia en la que esos polvos daban sitio a un sabor especial. Estas donas son un homenaje a una generación en la que lo tradicional se fusionó con lo moderno.