Compota ligera de chirimoya
La receta de compota ligera de chirimoya es sabrosísima, verdaderamente fresca y muy simple de hacer. No hace falta cocinar la fruta ni ningún otro ingrediente y es un postre muy nutritivo. La chirimoya, Annona cherimola, es un fruto originario de la cordillera andina, de vales de Ecuador y Perú lugar desde donde este fruto exquisito empezó a propagarse hasta llegar a Mesoamérica, ya antes de la llegada de los españoles. Hoy en día en América se cultiva en todos y cada uno de los países andinos, en América Central, México, sur de California y Florida.
También puede encontrarse en África Central, Suráfrica, Tailandia, Indonesia, Australia y N. Zelanda. En la cuenca del Mediterráneo se cultiva en Israel, Egipto, Italia, Argelia, Portugal (en Madeira) y España. A España la chirimoya llegó en mil setecientos cincuenta y uno, sembrándose sobre todo en el sur, y probablemente de allá pasase a las zonas controladas por España en el sur de Italia, como Sicilia y Calabria. Como dato curioso, hoy en día España es el primordial productor mundial de chirimoya.
El nombre de la fruta es de origen quechua: chiri, frío; y muya, semilla. “Semilla fría”, pues el árbol de la chirimoya, que puede lograr los ocho metros de altura, medra en zonas de los Andes por sobre los dos mil metros sobre el nivel del mar. Esta fruta es rica en minerales como potasio, calcio, magnesio y hierro, y en vitaminas B y C, por lo que sirve para regular la tensión, combatir la anemia, robustecer huesos y músculos.
También es rica en antioxidantes, con lo que ayuda a prevenir o retrasar el daño celular y, merced a su alto contenido de fibra soluble, asimismo contribuye a progresar la salud digestible. Una ventaja auxiliar de esta receta es que, al no cocinarse, la chirimoya conserva íntegra sus propiedades y beneficios, a los que hay que añadir los de la manzana y el iogur.
Ingredientes:
Cómo preparar la compota ligera de chirimoya:
- Pelar la chirimoya y retirar las semillas.
- Lavar y mondar la manzana, entonces rallar en un bol.
- Cocinar las dos frutas en pedacitos, en un cazo con cien gramos de azúcar moreno y ciento cincuenta gramos de mantequilla. Debe coger un tono dorado.
- Verter en el bol el iogur natural, añadir la chirimoya y azúcar al gusto.
- Triturar y entremezclar bien los ingredientes hasta conseguir la textura de compota.
- Enfriar un par de horas en la nevera, y espolvorear canela ya antes de comer.
Deléitate con esta fácil receta de compota ligera de chirimoya que puedes hacer y saborear en pocos minutos. El tiempo en la nevera se puede obviar si pones la chirimoya, la manzana y el iogur en la nevera un buen rato ya antes de hacer la compota.
