Bizcocho de leche condensada: esponjosos y fácil
El bizcocho de leche condensada es atractivísimo por su dulzura. La leche condensada se ideó en mil ochocientos veinte como una solución para eludir el deterioro de los productos lácteos a lo largo de los viajes. Si bien hoy día se usa para la preparación de postres, en esa temporada su preparación era una cuestión de salud. En el siglo XIX eran comunes las intoxicaciones agravadas por el consumo de leche en descomposición. En la práctica, la mezcla azucarada juega un papel esencial en la conservación de este comestible.
Lo mejor de esta receta es que no precisa añadir azúcar o bien lácteos auxiliares.. La leche condensada aporta todo lo preciso para dulcificar este bizcocho. Además de esto, esta preparación se puede rehusar y entremezclar manualmente y todo el proceso es veloz. Es un bizcocho simplificado, fácil, mas con buen sabor. El término de preparación es esencialmente exactamente el mismo que se emplea para hacer cualquier pastel.
La torta de leche condensada es bastante suculenta y nutritiva.. La mezcla es rica en probióticos, colina, vitamina B y otras substancias que se hallan en otro género de torta. Indudablemente, esta es una genial propuesta de merienda infantil. Ahora, te vamos a mostrar de qué forma preparar esta receta fácil mas compatible … ¡Presta atención!
Ingredientes:
Cómo preparar un pastel de leche condensada:
- Romper y poner los huevos en un bol..
- Batir los huevos con la leche condensada y un tanto de extracto de vainilla.
- Incorporar el aceite de girasol progresivamente a la mezcla de los huevos y la leche condensada.
- Tamizar la harina de trigo y la diastasa en polvo..
- Mezclar la harina y la diastasa en polvo con la mezcla de huevos, leche condensada y aceite..
- Remueve todos y cada uno de los ingredientes con una llana de cocina hasta conseguir una mezcla heterogénea.
- Precaliente el horno de la cocina a ciento ochenta grados centígrados..
- Forrar la fuente de horno con papel de enhornar, aceitar y poner la masa del bizcocho.
- Hornea la masa a ciento ochenta grados centígrados a lo largo de unos cuarenta minutos..
- Deje descansar el bizcocho de leche condensada unos minutos ya antes de desmontar.
Es esencial estar al loro a de qué forma va evolucionando el bizcocho a lo largo de su cocción. El propósito de observar la mezcla es eludir que la pieza se queme. El bizcocho de leche condensada debe quedar muy esponjoso y suave. Prepáralo para dulcificar las tardes en familia… ¡Goza!
