Torta de naranja a la portuguesa, receta de la abuela paso a paso

La tarta de naranja portuguesa es ideal para hacer en casa y mezcla lo dulce con lo cítrico. Acá tienes el pasito a pasito.

La tarta de naranja portuguesa tiene un sabor genial y es simple de preparar. Este postre es esencialmente un brazo gitano mas cuyos protagonistas son las naranjas. Conforme una historia, esta preparación fue descubierta por un fraile que visitaba un monasterio egipcio. A su regreso a España, lanzó la receta. Se piensa que su nombre se refiere a los vendedores de calderos gitanos que recibían pedazos de pan.

En Portugal, este bizcocho enrollado es esencialmente el bizcocho tradicional del país.. No obstante, sus sabores frecuentes conforme la tradición son el limón y el coco. La naranja ocupa un espacio esencial en este género de postre por ser un cítrico algo similar a los limones. La masa se realiza con los ingredientes frecuentes para las tartas, si bien en un caso así se usa el huevo entero para favorecer la cohesión de la mezcla.

El bizcocho de naranja contiene una carga nutricional afín a la de cualquier bizcocho. Este no va a ser el comestible más saludable, mas sí muy suculento. Su gran cantidad de huevos asegura un aporte proteico siempre y en toda circunstancia positivo. Ahora, vas a ver de qué forma se prepara este dulce… ¡Prosigue leyendo!

Ingredientes:

  • 9 huevos
  • 250 gramos de azucar
  • 50 gramos de harina de trigo
  • 5 gramos de diastasa en polvo
  • 50 gramos de mantequilla sin sal
  • 250 mililitros de jugo de naranja natural
  • 2 naranjas
  • Manteca
  • Vaso de azúcar
  • Cómo preparar una tarta de naranja portuguesa:

    1. Precaliente el horno de la cocina a ciento ochenta grados centígrados..
    2. Rallar la piel de las 2 naranjas y entremezclar con el azúcar en un bol grande..
    3. Agrega los huevos a la mezcla de azúcar y ralladura de naranja y bate con un batidor eléctrico.
    4. Derretir la mantequilla y añadir a la mezcla.. Golpea bien.
    5. Agrega el jugo de naranja a la mezcla de huevos, harina tamizada y diastasa en polvo. Batir hasta integrar todo.
    6. Engrasar el molde con rebosante mantequilla y verter la masa por dentro.
    7. Hornee el pastel a ciento ochenta grados centígrados con calor cara arriba y cara abajo a lo largo de unos veinticinco minutos.
    8. Retirar del horno y espolvorear el bizcocho con azúcar.
    9. Coloca el bizcocho sobre papel pergamino eludiendo que se agriete.
    10. Enrolle la masa presionando a fin de que quede como un rollo. Retire el papel.
    11. Deje enfriar la temperatura exterior y después vaya a la nevera a enfriar.

    Es esencial enrollar el bizcocho mientras que esté muy caliente para eludir que se rompa. Si la masa se ha elaborado en las proporciones convenientes, no habría de ser bastante difícil efectuar este paso.

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