Esta sopa casera de finas yerbas tiene interesantes propiedades y un sabor intenso. Puede hacer milagros, o por lo menos eso afirmaban las abuelas cuando preparaban este plato. Esta clase de carne y verduras hervidas se consume desde hace veinticinco años, siendo el alimento preferida de los hispanos. En la mayor parte de los países latinos esta tradicional “sopa clara” se come como piscolabis para alentar la buena digestión. Asimismo para hidratar el organismo tras una “noche de copas” o restituir fuerzas a lo largo de la convalecencia de una enfermedad. Esto es debido a la presencia de minerales esenciales contenidos en las finas yerbas. El cilantro, el perejil y la menta son ciertos más empleados para destacar el sabor de diferentes preparaciones o decorar purés y guisos. En esta receta se emplean para realizar un plato de textura suave que se puede comer aun en el desayuno a lo largo del invierno. Esta sopa es muy digestible y tonificante.
La consistencia de esta sopa casera de finas yerbas es bastante ligera.. Para conseguir una textura más compacta, puedes añadir una mezcla de agua y maicena al caldo, ya antes de añadir las yerbas. Además de esto, haz una salsa rubia básica con harina y mantequilla y después vierte el caldo, revolviendo continuamente. Merece la pena usar otras yerbas, conforme el gusto del consumidor. Para hacer una versión vegetariana, sustituye el caldo de ave por caldo de verduras.
El consumo regular de finas yerbas aporta minerales y vitaminas esenciales. Aparte de aromatizar el sabor de los platos, aportan aceites esenciales que lubrifican el sistema digestible. Además de esto, son ricas en substancias antiinflamatorias y fibras que facilitan las deposiciones. Su ingesta deja conseguir electrolitos velozmente. Aprende a hacer esta sopa casera rápidamente… ¡Lee ahora!
Ingredientes:
Cómo preparar esta sopa casera de finas hierbas:
- Calentar el caldo y condimentar con sal y pimienta al gusto. Cocine por cinco minutos.
- Agrega todas y cada una de las yerbas finamente picadas y cocina por diez minutos a fuego medio..
- Retirar la sopa del fuego y incorporar la parte verde de la cebolleta finamente cortada.
- Espolvorea el queso anteriormente rallado sobre la sopa y revuelve..
- Se sirve mejor caliente.
Este plato se come muy caliente como entrante del almuerzo. Se puede decorar con picatostes o picatostes de pan torrado, o servir con pan torrado untado con mantequilla.
La sopa casera de finas yerbas es ideal para calentar el cuerpo en los días lluviosos de otoño. Cómelo asimismo en el momento en que te sientas físicamente enclenque, ya sea de cuerpo o de psique. Y no olvides compartirlo en tus foros de discusión o redes sociales… ¡A cocinar!