Las sardinas son un pescado azul, uno de los más populares en este país y el planeta. Son muy polivalentes, y lo cierto es que no faltan en las cocinas españolas. Su mejor temporada es de abril a septiembre, mas se puede localizar casi todo el año en las pescaderías. Acostumbran a prepararse fritos, al horno, envasados, en salazón y asimismo marinados, como el caso que nos ocupa, sardinas marinadas con cítricos. Es un plato sencillísimo de preparar en casa, lo más esencial es tener unas buenas sardinas, en su mejor grado de lozanía.
Los cítricos le van a dar un sabor muy singular, aparte de potentes antioxidantes que combinarán los ya abundantes nutrientes de las sardinas: son ricas en ácidos grasos omega tres, en proteínas de alto valor biológico y en potasio. Una ración de sardinas cubre prácticamente el cien% de los requerimientos nutricionales diarios recomendados, y como además de esto tiene mucha proteína y poca grasa, su consumo es más que ideal. También son ricas en otros minerales, como yodo, hierro, fósforo, magnesio y selenio.además de vitaminas del conjunto B, E y D. La vitamina C de los cítricos que lo acompañan en esta preparación remata un plato ya de por sí completísimo.
Ingredientes:
Cómo preparar las sardinas marinadas en cítricos:
- Retire las cabezas de las sardinas.limpiarlos bien, quitando las escamas, vísceras y todas las espinas que pueden
- Lavar los filetes resultantes. y secarlos bien con papel de cocina.
- Pelar la naranja y el limón sin piel. un indicio de los restos blancos.
- Exprimir naranja y limóny entremezclar los dos jugos con el aceite de oliva.
- Cortar juliana delgada un tanto de la corteza de los dos cítricos.
- Colocar los filetes de sardina en una bandeja amplialado de la piel cara abajo.
- Rocíe con jugos y aceitey el resto de los ingredientes.
- cubrir y dejar macerar en la nevera a lo largo de veinticuatro horas completas.
Pasadas las veinticuatro horas, retirar las sardinas marinadas en cítricos, escurrir y servir con juliana de piel de naranja y limón. Puedes verter el aceite de oliva y un pellizco de sal. Están muy, muy ricos, y si no te los comes todos de cuajo, puedes guardarlos en la nevera en un bote con aceite de oliva, tras escurrirlos de los cítricos y lavarlos bien bajo el grifo. Cuidar que el aceite los cubra por completo.