Las sardinas marinadas con queso y mermelada de tomate son el tentempié perfecto. Sírvelo en una asamblea y también impresiona a tus invitados… ¡Pruébalo!
Las sardinas marinadas con queso y mermelada de tomate tienen un genial sabor. Este plato se fundamenta en 2 técnicas de conservación de comestibles. El primero es el marinado, que se puede preservar remojando líquidos aromatizados. El segundo es el confitado, consistente en cocinar el producto que se quiere preservar a fuego lento y con azúcar. Así, el alimento se puede preparar sin someterla a cocción directa.
En este plato debes guardar las sardinas y el tomate. El procedimiento por antonomasia para preservar el pescado es el marinado. Así se pueden consumir comestibles como las sardinas frescas sin ningún género de cocción. Por otra parte, la mejor manera de confitar los tomates es usando azúcar. Con esto, asimismo es posible reducir el exceso de ácido en esta fruta.
Las sardinas marinadas con queso y mermelada de tomate son un comestible bastante digestivo. Esta receta requiere el empleo de condimentas y líquidos como el limón, que son positivísimos para el tracto intestinal. A nivel nutricional, este plato aporta proteínas, ácidos grasos, hidratos de carbono, aparte de vitaminas y minerales. Ahora, va a aprender a preparar esta clase de propuestas… ¡Atención!
Ingredientes:
Ingredientes para la mermelada de tomate:
- 750 gramos de tomates maduros
- 500 gramos de azucar
- 1 diente
Cómo preparar sardinas marinadas con queso y mermelada de tomate:
- Escalfar los tomates en una olla con agua hirviendo a lo largo de 2 minutos..
- Coloca los tomates en agua fría, escúrrelos y pélalos.
- Marinar los tomates con el azúcar a lo largo de 12 horas en una cazuela tapada.
- Los tomates cherry pequeños son una alternativa dulce y exquisita para esta receta.
- Cuece los tomates con el azúcar y el agua a fuego lento a lo largo de una hora. Incorpora el clavo.
- Limpiar la sardina de espinas. Las pinzas de cocina son realmente útiles para ello.
- Coloque las sardinas en un bol con rebosante sal gruesa y el jugo de limón..
- Agregue cilantro y tomillo a las sardinas.
- Refrigere las sardinas a lo largo de unas 4 horas..
- Lavar las sardinas con agua y poner en un bol con aceite de oliva..
- Corta el queso en cubos.
- Montar las brochetas poniendo filetes de sardina y cubitos de queso.
- Sirve agregando un tanto de mermelada de tomate a las sardinas..
Una genial forma de decorar este platillo es añadir un tanto de orégano. Este ingrediente complementario añadirá un toque extra de sabor.