Los pasteles caseros de mantequilla de maní son el acompañamiento perfecto para el té de la tarde. Tienes los ingredientes y la elaboración es fácil.
Los pasteles caseros de mantequilla de maní son un dulce fácil de hacer con la historia. Básicamente, este tipo de alimentos cae dentro de lo que conocemos como una galleta, y originalmente fue una propuesta que cambió la vida de las personas desde la antigüedad. Se cree que este tipo de preparación se realizó desde el siglo VII. En varios períodos históricos, esta propuesta fue considerada como una alternativa para transportar alimentos durante los viajes largos. En ese momento, se requería que la mezcla fuera lo más dura posible para evitar el desmoronamiento.
Históricamente la mantequilla ha sido un ingrediente necesario en la preparación de este aperitivo. El maní o maní generalmente proporciona una mezcla cremosa y proporciona una buena consistencia. A esto debemos agregar su aporte biológico, rico en fibras dietéticas, vitaminas B, E, magnesio, fósforo y zinc. Esta mantequilla tiene grasas y proteínas, pero es baja en ácidos grasos naturales. Como veremos a continuación, puedes aprender a hacer suculentas pastas caseras con él … ¡Sigue leyendo!
Ingredientes:
Cómo hacer pastas caseras de mantequilla de maní:
- Precaliente el horno a 190 grados centígrados.
- Tamizar la harina con el bicarbonato de sodio y la sal. Colocar en un bol y reservar
- Batir y mezclar la mantequilla de maní con la mantequilla normal..
- Agregue media taza de azúcar blanca y marrón a la mezcla de mantequilla. Batir hasta que quede cremoso.
- Agregue el huevo y la vainilla a la mantequilla con el azúcar. Batir sustancialmente.
- Agregue la mezcla de harina a la mezcla de mantequilla poco a poco. Mezclar hasta obtener una masa homogénea y manejable.
- Forme bolas de aproximadamente 3 centímetros de diámetro con su mano. Pasar por el azúcar restante.
- Coloque las bolas de masa en una bandeja para hornear sin engrasar. Cada uno se separará a una distancia de aproximadamente 5 centímetros.
- Hornea las galletas durante 10 o 12 minutos..
- Pasar de la bandeja a los bastidores para enfriar.
El secreto es evitar que la pasta pase demasiado tiempo en el horno, porque podrían endurecerse en exceso. Para esto, debemos visualizar la textura con la que quedan.
