Puede usar esta receta de pan de coliflor y ajo en los refrigerios, acompañada de queso fresco, o usarla como base para pizzas. Graba tus pasos.
Para aquellos que desean cuidar su dieta y peso, así como para aquellos que disfrutan de los sabores de la buena cocina, la receta de pan de coliflor y ajo es una opción deliciosa. sus textura suave a base de coliflor, sabor aromático y alto contenido de nutrientes hazlo ideal para cualquier ocasión. Su preparación incluye aceite de oliva, rico en grasas insaturadas saludables y ajo, un poderoso aliado. Aunque sus principales propiedades se atenúan al cocinar, incluirlo en la dieta diaria siempre es una buena idea, ya que, aparte del sabor, aporta beneficios para la salud. Se sabe que es un antibiótico natural gracias a la alicina. Estudios posteriores indican que puede ser muy eficaz en el tratamiento contra muchas bacterias, incluidas la salmonella o E-coli, e incluso que tiene efectos positivos sobre la flora microbiana dental.
Por su parte, la coliflor es rica en fibra, lo que favorece la digestión, es un antioxidante Y tiene una notable cantidad de minerales (manganeso, magnesio, potasio y fósforo) y vitaminas, especialmente K, C y B6, así como pocas calorías, por lo que te ayudará a perder peso. Como su contenido es alto en este vegetal crucífero, se recomienda para regímenes de pérdida de peso.
Ingredientes:
Cómo preparar la receta de pan de coliflor y ajo:
- Batir los huevos hasta que estén espumosos.
- Precalentar el horno a 200 ° C.
- Agregue la harina tamizada junto con la sal, las especias y un poco de agua..
- Persona especial coliflor, agregue el aceite de oliva y el ajo machacado.
- Combina esta mezcla con los huevos y la harina. para integrar todo.
- Dale un punto de sal.
- Forrar una bandeja con papel vegetal
- Con la ayuda de una cuchara, organizar pequeñas porciones en la bandeja como tú quieras.
- Hornear por 20 minutos, o hasta que estén doradas.
- Retirar del horno y reservar en una rejilla hasta que los rollos de ajo y coliflor estén templados. No se recomienda comerlos con la masa aún caliente, además de no apreciar bien su textura.
Puede sustituir la harina por cualquier otra que prefiera, como la avena, el centeno o el trigo, siempre que estén enteros, y así mantener todas las propiedades nutricionales de esta exquisita preparación.