La natilla de pistacho es un atrayente manjar para tomar en cualquier temporada del año.. Su origen todavía está en discusión, si bien siendo un plato algo parco, probablemente proceda de conventos europeos. Por su consistencia mantecosa, se piensa que se produjo en Francia a lo largo del Renacimiento, lugar desde donde se extendió al resto del continente europeo. En todo caso, esta clase de propuestas era propio de la temporada navideña, si bien el día de hoy se consume en cualquier temporada del año. A los más pequeños de la casa les va a encantar, y es buena y eficiente forma de que gocen del sabor y los nutrientes de los frutos secos, como los pistachos.
Esta receta de natillas de pistacho es fácil, veloz y elegante. En él, la textura suave y pastosa de los lácteos condensados y refrigerados se mezcla realmente bien con los crepitantes pedazos de pistacho. Por otra parte, las pepitas de chocolate negro contrastan perfectamente con el color verdoso de este postre tradicional. Esto lo transforma en un regalo de sabor y color que combina bien con cualquier comida.
Cabe indicar que esta es una preparación estimulante para los días de invierno.. Los ingredientes de este manjar son lácteos, chocolate y pistacho, que es una mezcla de grasas y antioxidantes. La leche contiene proteínas que alimentan las células, al tiempo que el chocolate estimula el sistema circulatorio y las funciones cardiovasculares. El pistacho contribuye a reducir el colesterol y equilibra los niveles de azúcar en sangre. Ahora, te explicamos de qué forma se realiza esta receta… ¡Prosigue leyendo!
Ingredientes:
Cómo preparar la natilla de pistacho:
- Vierta la leche y la crema en una cacerola mediana.. Revuelva bien para integrar los ingredientes.
- Calentar la mezcla y remover continuamente a lo largo de diez minutos.. Evite desbordar o bien abrasar la preparación.
- Retirar la mezcla del fuego antes que hierva la preparación..
- Batir las yemas y el azúcar en un bol con un batidor.
- Agrega a la mezcla de leche caliente y prosigue batiendo..
- Vuelva a calentar la mezcla a fuego lento, sin dejar de remover.
- Retirar la preparación del fuego y reservar.
- Pelar los pistachos, desmenuzar y incorporar a la preparación. Revuelva y enfríe.
- Verter la mezcla en 6 moldes refractarios y meter en el frigo a lo largo de una hora..
- Desmolda, decora con las chispas de chocolate y sirve.
Este muy elegante postre es el final idóneo para una cena a lo largo del invierno.. Asimismo se puede consumir en el almuerzo o bien como merienda.
