Esta Pera Gorgonzola Crepitante con Rúcula y Nueces es una receta simple y exquisita.
Gorgonzola Pear Crisp es un plato simple de preparar y tiene un acabado atrayente.. Con frecuencia se piensa por su apariencia que este género de preparación es bastante difícil de efectuar en casa, mas esto no es cierto. Los comestibles crepitantes son comestibles secos, desecados mas débiles en la gastronomía. Esto deja que al masticarlos crujen y tengan su habitual y sabrosa textura frágil. Su nombre es casi una onomatopeya del sonido “crujido” que se genera siendo mordido.
La preparación de pera restallante y gorgonzola se cuece en el horno y no requiere técnicas culinarias complicadas. Su preparación es considerablemente más fácil que la de un simple bizcocho. Lo que se precisa como base es un hojaldre, que además de esto garantizará una genial textura. Una de las maneras de conseguir este género de comestibles es desecando determinadas frutas o bien verduras. Esto es exactamente lo que le va a pasar a la pera cuando se someta al calor del horno. La rúcula y las nueces van a ser complementos que enriquecerán el sabor.
Beneficios nutricionales
Este género de crepitantes sabe realmente bien y es saludable.. Sus ingredientes son naturales y enhornar en horno es positivo para nuestra salud. La pera y la miel aportan un dulzor natural y la pieza no requiere el empleo de azúcar ni sal. Las nueces y la rúcula dan un potencial nutricional positivo. Los dos ingredientes son muy energéticos. Ahora, te mostramos de qué forma hacer esta receta … ¡Prosigue leyendo!
Ingredientes:
Cómo preparar pera restallante y gorgonzola:
- Calentar el horno de cocina a ciento ochenta grados centígrados ya antes de iniciar la preparación..
- Pelar la pera y cortarla en rodajas lo más simétricas posible.
- Cubra la fuente para enhornar con papel pergamino y añada un tanto de aceite de oliva.
- Coloque un tanto de harina en una superficie plana y extienda el hojaldre.
- Cortar el queso en cubos y poner con la pera, los dos mezclados sobre el hojaldre.
- Hornee la pera y el gorgonzola crepitantes a lo largo de veinte minutos a ciento ochenta grados Celsius.
- Retirar el pedazo y incorporar un tanto de miel, como la rúcula y las nueces picadas.
- Deje descansar el restallante para favorecer su textura.
Lo más esencial de esta receta es eludir que el hojaldre se pegue al molde. Alén de esto, no hay mayores demandas que asegurar una cocción veloz y equilibrada.