El pastel de queso blanco austriaco es una pluralidad de pastel de queso, que se realiza con una base crepitante, como la pasta quebrada (que va a haber que enhornar primero con un peso encima, a fin de que el relleno no la ablande). El queso usado es un queso blanco batido, llamado quark, común en la cocina austriaca, y en países como Alemania, Holanda o bien ciertos centroeuropeos, como Polonia. Es bastante afín al requesón y es de vaca. Lo mejor de esta receta es su sencillez, la naturalidad de sus ingredientes, y que se puede hacer en casa de manera sencilla. En un caso así hemos reemplazado la pasta rota por la pasta filo, considerablemente más fina y menos calorífica.
En alemán tiene por nombre topfenstrudel, y es un postre habitual del Imperio Austro-Húngaro.. Es nombrado topfen por el hecho de que de esta manera es exactamente como tiene por nombre al queso quark en el dialecto austro-bávaro. En general se hace en forma de rollo, mas se puede hacer en un molde redondo normal. El topfenstrudel es tan popular como la exquisita y tradicional tarta de manzana, la strudel de manzana.
Ingredientes:
Cómo hacer un pastel de queso blanco austriaco:
- Cortar la lámina de masa filo al tamaño de la base del molde para ser usado.
- Cortar asimismo una tira cuadrangular para las paredes del molde, a fin de que todo sea alineado con el borde.
- Punción toda la hoja a fin de que no se eleve, y hornee a lo largo de 15 minutos a ciento setenta y cinco ° C. Sacar y reservar.
- Separa las yemas de las claras.
- Bata las claras de huevo hasta el momento en que se especen.
- Además, mezclar la mantequilla –Que ha de estar a temperatura ambiente– hasta el momento en que tenga un textura esponjosa.
- Agregar a la mantequilla azúcar, yemas de huevo, queso quark, crema agria y ralladura de limón, entremezclar bien.
- Agrega las claras montado en último sitio, con mucho cuidado de no bajar.
- Verter con cuidado la mezcla en el molde forrado.
- Hornear a lo largo de cuarenta y cinco minutos a ciento ochenta ° C..
- Retirar del horno y Dejar enfriar a temperatura ambiente. Por último, meter en la nevera a fin de que terminar de cuajar.
- Desmoldeo y servir.
Puedes acompañar esta entrañable y exquisita tarta de queso blanco austriaco con una mermelada (de frutos del bosque, melocotones, melocotones …), o bien una salsa de vainilla –similar a la natilla, mas más líquida–, una bola de helado, siropes de frutas, miel. … la imaginación te va a ayudar.
Para la presentación, puedes decantarse por espolvorear azúcar glas por encima con un colador. El resultado va a ser una tarta imborrable, con un toque de tarta de queso. Hazlo y sorprende a tu familia.