Buenos espaguetis con salsa de berenjena Son una genuina maravilla en todos y cada uno de los sentidos. Vamos a gozar de un plato de pasta que impresiona a más de uno con un ingrediente que resaltará por sí mismo, la berenjena. Vamos a dejar a un lado la carne para darnos un pequeño homenaje en forma de una exquisita salsa saludable, a base de verduras. El spaghetti siempre y en todo momento triunfa y con esta clase de salsas no podemos fallar. Atrévete a crear spaghettis con salsa de berenjena que van a parecer sacados de un restorán italiano.
Ingredientes:
Cómo preparar spaghettis con salsa de berenjena
- los el primer paso va a ser preparar los espaguetis, al tiempo cocinamos la salsa a fin de que estén listos para la acción.
- Según el género de pasta Puede estar listo ya antes, intentaremos lograr un producto de calidad, de ellos va a depender el éxito de este plato.
- Una vez que tengamos los spaghettis listos, reservaremos un tanto de caldo de su cocción para la salsa.
- Pelar y picar la cebolla.. La usaremos como base de la salsa con la ayuda de su leal acompañante, los dientes de ajo, los pelamos y picamos.
- En una sartén con chorrito de aceite pochar la cebolla y el ajoDe esta forma lograremos una buena base para la berenjena.
- Lavamos bien la berenjena y la vamos a cortar en dados pequeños. Lo incorporamos a la mezcla de verduras a fin de que se cocine.
- Cuando la berenjena esté blanda Va a ser el instante de incorporar el tomate, pelarlo y rallarlo a fin de que se integre mejor.
- Agrega sal y pimienta. ahora, podemos añadir el tomillo y el orégano para darle un punto extra de sabor.
- Lograremos el color intenso con una cucharadita de tomate concentrado que le va a dar el toque singular que procuramos.
- Para conseguir una textura más similar a una salsa Añadimos el caldo de cocción y un tanto de queso rallado al gusto.
- Con la salsa lista será el instante de poner los espaguetis y revuelva un tanto. La explosión de sabores en esta receta es pasmante.
- Atendemos al momento, por encima agregamos un tanto más de queso rallado a fin de que tengamos un plato de pasta que se destaque por sí mismo.