los la ciencia ha avalado un truco que las abuelas y madres de este país Llevan décadas aplicándose, verdaderamente es efectivo y logra fortalecer al límite su sabor. Hay un ingrediente que no puede faltar en ninguna cocina, los tomates. Esta base que en el pasado se embotellaba con mimo y se guardaba en la despensa de casa a lo largo de todo el año, hoy se adquiere lista para la acción, mas eso no desea decir que no se le apliquen ciertos cuidados. La sal es un ingrediente que al lado del azúcar acostumbramos a agregar a una fácil receta de salsa de tomate, la ciencia ha avalado este ademán.
Salar los tomates les va a ayudar a fortalecer su sabor.
La sal es el ingrediente que todo tomate necesita. A lo largo de todo el año podemos hallar tomates en el súper que solo usan unos pocos ingredientes básicos para resaltar. Uno de ellos es la sal. Puedes hacer un experimento fácil. Recortar un tomate por la mitad y agregar un tanto de sal.
Puedes revisar de qué forma la sal destaca su sabor mediante un proceso que es obvio. Lo que hicieron las abuelas y las madres de todo el país está apoyado por la ciencia. Recortar un tomate por la mitad y agregar un pellizco de sal. El proceso conocido como osmosis, el tomate se seca con la ayuda de la sal, concentrando sus jugos y suprimiendo el agua.
Además, la sal es capaz de estimular las glándulas salivales haciendo que se genere más saliva con lo que cada comestible que ingerimos sea más sabroso. Vamos a sentir la fuerza e intensidad de este ingrediente. Tal como llega a nuestra boca, de la manera más tradicional, un simple tomate con sal y aceite es un manjar, especialmente si procede de nuestros campos.
salsa de tomate casera
- Los tomates ciruela se emplean particularmente para esta salsa.aunque podemos usar el que más nos guste o tengamos en ese instante en la nevera.
- Blanquear los tomates en agua hirviendo. Les vamos a hacer una cruz y las vamos a poner en el agua unos segundos. Así se van a pelar más de forma fácil.
- Pelar la cebolla y picarla muy fina a fin de que se transforme en el fondo de la salsa. Lavamos los pimientos y los cortamos en trozos pequeños que ponemos con la cebolla. Vamos a repetir la operación con los ajos.
- En una olla ponemos aceite en cantidad, incorporamos la cebolla, pimiento y ajo. Remueve poco antes de agregar el azúcar y la sal. Vamos a dejar que se pochen unos minutos.
- Cuando estos ingredientes blandos estén listos, vamos a poner los tomates. Corregiremos de sal y pimienta, son un ingrediente que acostumbra a aportar un dulzor singular.
- En ese instante agregamos asimismo la pimienta, el orégano y el perejil. Deja que se cocinen a fuego lento a lo largo de una hora más o menos. Cuando la salsa esté lista trituramos con la batidora de manera directa en la olla.