Uno de los ingredientes más propios de nuestra gastronomía es el azafrán, esa especie carísima famosa como oro rosa. Existe un sinnúmero de información a este respecto que a veces resulta contradictoria, lo que nos lleva a cometer múltiples fallos cuando lo empleamos en la cocina y sin saber el instante preciso para añadir el azafrán a la paella, por servirnos de un ejemplo.
El azafrán le da el color habitual a la paella y ese sabor inigualable que ningún substituto consigue. Mas hay que usar la calidad, y para descubrirlo -además de adquirir la DOP de La Mácula, que hoy día es donde se cultiva y distribuye en este país- no queda más antídoto que probarla: el color ha de ser colorado intenso y su potente aroma no debe perderse. En lo que se refiere al sabor, va a ser algo astringente y con retrogusto amargo, y las hebras tenderán a ser largas, de tres a cuatro cm, en contraste a las imitaciones, que acostumbran a ser considerablemente más cortas.
Cómo utilizar el azafrán correctamente
Existen tres formas básicas usar bien un producto como el azafrán. Veremos.
Cuánto azafrán utilizar y cuando añadirlo a la paella
- Cuando se trata de las paellas y el arroz se calculan en siete hebras por persona, preferentemente usando el primer método. La infusión está incorporada después de añadir el arroz o bien con el caldo de cocción.
- Cuando cocinan legumbres, encurtidos, tortillas, cremas,, son utilizados 8 hebras por ración y se recomienda el segundo procedimiento, y se lanza al principio.
- Y si es caramelo, doce hebras por porción, siendo el procedimiento dos el favorito y poniendo el azafrán cuando se añaden ingredientes líquidos.
- los El procedimiento tres se puede usar en cualquier receta..
Así que ya no tienes excusa: bien sabes cuánto azafrán agregar y en qué momento incorporarlo a tus paellas.