Crema de gorgonzola, una receta llena de sabor

La crema de gorgonzola es un comestible lleno de sabor, nutritivo y práctico. ¿Te agradaría procurarlo? Acá te dejamos el pasito a pasito.

La crema de gorgonzola es un acompañante con un sabor exquisito y diferente. Esta receta está elaborada con un queso tradicional que lleva ese nombre y se genera en Italia. Se sabe que esta lechería se realiza aun desde la Edad Media y es en el siglo XI cuando se logra su propio aspecto mohoso. Su sabor está bien valorado en Italia y en la gastronomía europea. Este producto alimentario lleva el nombre de la urbe donde se documentó por vez primera su producción. No obstante, muchos pueblos disputan su origen.

El sabor del queso gorgonzola se debe al mismo tiempo de sanación que acostumbra a alargarse. La variación dulce se cura con un mínimo de cincuenta días y la picante más de ochenta. Esta crema se acostumbra a usar como salsa para carnes o bien ensaladas, mas asimismo se puede consumir en forma líquida. Asimismo se puede complementar con nueces y acompañar con pan. Su consistencia acostumbra a ser cremosísima debido al queso y realmente tiende a saciar de forma muy eficiente.

Algunos beneficios nutricionales

La crema de gorgonzola tiene un alto contenido de grasa, está compuesta de lácteos. No obstante, tiene ciertas substancias biológicas positivísimas para el organismo. Por servirnos de un ejemplo, esta receta puede suministrar buenas cantidades de prácticamente todas las vitaminas B. Otro beneficio es que este género de queso es rico en ácido pantoténico, ideal para tratar el agobio. Ahora, vas a ver lo simple y veloz que se prepara esta comida con sello italiano … ¡Presta atención!

Ingredientes:

  • 200 mililitros de leche evaporada
  • 120 gramos de gorgonzola
  • ½ puerro
  • 5 gramos de ajonjolí
  • 1 cebolla
  • pimienta negra
  • Sal
  • aceite de oliva virgen extra
  • Cómo preparar una crema de gorgonzola:

    1. Pelar, picar y rehogar el puerro en una sartén con un tanto de aceite de oliva a fuego medio.
    2. Agrega las semillas de sésamo cuando el puerro se ablande.
    3. Agrega la leche evaporada hasta el momento en que hierva todo.. Añade sal y pimienta, baja el fuego y revuelve la mezcla.
    4. Colocar la mezcla del puerro y la leche todavía caliente en un vaso de licuadora y añadir el queso a fin de que se funda.
    5. Compruebe si el grosor de la crema es el deseado y corrija la sal si es necesario.

    Si la crema está demasiado compacta, puede añadir un tanto de leche.. Esto aun podría ser preciso muchas veces. Si haces el procedimiento vas a ver que no lleva bastante tiempo … ¡Cocinemos!

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