los harina de coco Es uno de los ingredientes básicos en el momento de crear una receta sin gluten capaz de enamorar al primer mordisco. El coco es una fruta poco a poco más presente en nuestra cocina, no solo el agua, la leche o el aceite de coco, sino asimismo la harina formará una parte de nuestro recetario más singular. Podemos crear nuestra harina de coco en un instante. Siempre y en todo momento puedes tener listo un ingrediente que se transformará en tu mejor aliado en esta batalla contra el gluten, atrévete a probar esta harina de coco casera.
Propiedades de la harina de coco
Hay muchas variedades en el mercado hoy en día. harina; trigo, maíz, almendra, garbanzo, etc. Todas de ellas han ido adquiriendo cierto estrellato por sus diferentes peculiaridades y sabores, algo que ha ayudado a ampliar algunos horizontes en el campo gastronómico y, en nuestras cocinas, siendo , la harina de cocoun claro ejemplo de ello.
Y esta clase de harinahecho de la carne de coco, reúne tantos beneficios que, poquito a poco, ha sabido hacerse un hueco. Es ligero, rico en proteínas, ácido láurico (un género de grasa que estimula y ayuda al buen desarrollo del sistema inmunitario y de la tiroides), manganeso (mineral esencial para el buen funcionamiento del sistema óseo), fibra y es asimismo una buenísima opción alternativa a las harinas no capaces, ya que no contiene gluten.
Tiene un sabor suavísima y provoca menos alergias que cualquier otro género de harina ya que no procede de cereales ni de ningún fruto seco.
Y deja de preocuparte, por el hecho de que si bien no seas muy fan del coco, este harina Te encantará, ya que su sabor no se semeja al de la fruta, es más sutil y nada dulce.
Interesante, ¿verdad? Bueno, aún hay más, por el hecho de que esto harina Te servirá tanto para pastelería para hacer ricos panes salobres a los que desees darle un toque singular y, por si no fuera suficiente, puedes preparar cuanto desees por el hecho de que se conserva realmente bien.
deseando saber como hacer harina de coco casera? Bueno, no te pierdas esto prescripción!
Ingredientes:
Elaboración:
Comenzaremos abriendo el Coco. Vas a ver que este paso es bastante terapéutico y te va a ayudar a soltar la tensión de toda la semana…
Buscaremos las marcas o puntos negros tan propios de esta fruta y le vamos a hacer un corte con la ayuda de algo afilado y resistente (como un sacacorchos). Tip: Ese primer corte lo vamos a hacer ahí por el hecho de que es la parte más blanda del Cocoya que el resto de la cascarilla tiene una mayor dureza.
Verter el agua que contiene en un bol (hasta vaciarlo) y proceder a abrirlo por completo. Pista: El agua de coco Es muy refrescante y buenísima si padeces algún trastorno digestible, así que puedes meterla un rato en la nevera, dejar que se enfríe y tomarla agregando (o no) un pellizco de azúcar.
Para facilitarnos este paso, envolveremos el Coco en una toalla o papel de cocina y lo vamos a golpear con un martillo o algo concluyentes (créenos, valen dos sesiones de gimnasio y encima sin aguardar a las duchas) hasta lograr partirlo en dos mitades. Recomendación: No pegar demasiado para no machacarla o romperla en trocitos que nos imposibiliten la extracción de la pulpa.
Una vez lista, con la ayuda de un cuchillo vamos a separar la carne de la concha. No va a ser muy complicado, mas para no dejar mucho coco adherido a la piel, procura introducir primero la punta y después, con movimientos suaves, hacer palanca mientras que cortas al tiempo. Nosotros reservamos.
Precalentamos el horno a cien grados.
Calentamos el agua (va a bastar con calentarla) y reservamos.
Dividimos la pulpa en pedazos medianos y los ponemos en el vaso de la batidora, agregamos el agua y desmenuzamos a lo largo de unos dos minutos (o hasta el momento en que no queden pedazos grandes de coco). Procuramos una textura de puré.
Con la ayuda de una gasa vamos a colar el resultado y nos va a quedar por una parte una exquisita leche de coco (o bebida vegetal de coco) y, por otro, toda la pulpa bien escurrida. Recomendación: Cuando lo cuele, procure desmenuzarlo de forma fuerte a fin de que escurra bien y suprima todo el líquido.
Forrar una bandeja con papel pergamino y diseminar toda la pulpa sobre ella, teniendo singular cuidado de que no caiga agua y que quede lo más plana posible.
Metemos al horno a lo largo de unos cincuenta minutos. El propósito es secarlo o desecarlo, así que asegúrese de que el Coco no comience a dorarse. Si es así, baje la temperatura. Debes sostenerlo blanco en todo instante.
Pasado ese tiempo, lo sacamos, verificamos que está seco (si no lo está, lo metemos un rato más) y lo desmenuzamos en un molinillo para conseguir una textura harinosa.
Envasamos en bolsas herméticas y vamos a tener este increíble (y conveniente) listo harina de coco casera.
Sugerencia: Aunque es verdad que esta clase de harina se conserva bastante bien, es preciso que contribuyamos a ello. Es fundamental que emplees recipientes o bolsas herméticas bien higienizadas, mas, sobre todo, trata de no quedarte así de grande. harina de coco en lugares donde hay humedad.
