Disfruta de una preparación diferente con esta receta de gratinado de calabaza. Acá tienes el pasito a pasito, no dejes de probarlo en casa.
El propio y dulce sabor de la calabaza la transforma en el ingrediente preferido de miles y miles de preparaciones. Se puede consumir de muchas formas: al vapor, en sopas y cremas, en purés, en tartas, al horno … La calabaza gratinada es una de las formas de preparar esta verdura, y queda excelente como guarnición o bien como cena aproximadamente ligera.
Horneado, la calabaza sostiene sus propiedades nutricionales, que son abundantes. Su color atractivo viene dado por el licopeno, un pigmento antioxidante, y está lleno de betacaroteno o bien provitamina A y vitaminas C y Y también, asimismo antioxidantes. Es rico en potasio, magnesio, hierro, fósforo y cinc, y para colmo no tiene muchas calorías. Su origen es americano, y los que comemos acá proceden de Canarias y Andalucía, si bien asimismo hay cultivos en Murcia, Cataluña y Valencia.
Ingredientes:
Cómo preparar el gratinado de calabaza:
- Pelar la calabaza y quitarle las semillas.. Corta la pulpa en pedazos grandes.
- En una cacerola, hierva el agua. Cuando llegue a ebullición, añada los pedazos de calabaza, tape la cacerola y cocine por diez minutos..
- Comprueba que esté tierno y suave. Escurrir y reservar.
- Precalentar el horno a ciento ochenta ° C.
- Engrasar con mantequilla el fondo de una fuente para enhornar.
- Pon la calabaza en la fuente y aplastarlo con un tenedor, de forma dispar. En pos de un textura gruesa, con algún pedazo más grande.
- Agrega la nata líquida o bien crème frâiche, la mitad del queso parmesano rallado, un pellizco de nuez moscada y una pizca de sal, más un golpe de molinillo de pimienta negra.
- Remueve la mezcla, corrige la sal y espolvorea la otra mitad del parmesano, dorar y costra.
- Hornear a ciento ochenta ° C a lo largo de veinticinco minutos. o bien hasta el momento en que el queso esté dorado.
- Servir inmediatamente.
El gratinado de calabaza te va a quedar excelente si preparas una pechuga de pato, por poner un ejemplo, o bien un pollo asado o bien una ronda de ternera, por el hecho de que como guarnición queda fantástica. Mas asimismo puedes tomarlo solo, para la cena, que si bien no es exactamente ligero merced al parmesano y la nata, no es demasiado pesado para las horas de la noche.
Puedes acompañarlo con una copa de vino blanco bastante seco, puesto que el dulce sabor de la calabaza te va a quedar realmente bien.